COVID-19 – SIN ANTES Y SIN DESPUÉS

Antes de que el COVID-19 sacudiera al Mundo, había un Mundo que parecía no sacudirse con nada. Las riquezas se acumulaban cada vez más, en mayor volumen y en menos manos; las Hambrunas asolaban a vastos territorios, provocando gigantescas oleadas humanas que migraban hacia Países desarrollados en busca de comida y esperanzas, para encontrar solo rechazo y muerte (o, a lo sumo, migajas de caridad).

EEUU, junto a Israel y los Países Centrales de Europa, decidían qué modelo de sociedad era la aceptable y cuál debía ser bloqueada, atacada o masacrada; qué podía considerarse Gobierno y qué, Régimen.

Y en nuestra República Argentina el escenario no era diferente, luego de cuatro años de un Gobierno que dio en llamarse Cambiemos, justamente porque su único objetivo era el de cambiar un Proyecto de País (que – con mucho esfuerzo y luchas Sociales – había alcanzado ciertos consensos y avances en la búsqueda de la noble igualdad), por un Modelo de País para pocos (construido en el Preyrigoyenismo y consolidado con el Neoliberalismo de la Dictadura Militar y el Menemismo).

Un Modelo, es algo rígido que se impone, mientras que un Proyecto, es una construcción colectiva, que se logra sobre la base de objetivos comunes y debates enriquecedores, que permiten – incluso – aceptar modificaciones sobre la marcha.

No nos engañemos, Hermanas y Hermanos de esta hermosa y complicada Patria, porque los que hoy exigen vuelos aéreos desde el exterior o un Sistema de Salud funcionando como una perfecta maquinaria para satisfacer a sus asustadas realidades, pronto volverán a hablar de «grasa militante» o de Fly Bondi; de 70 años Peronistas o de traidores Radicales «K» o de Comunistas; de Planeros o de chinitas que se embarazan para cobrar una Asignación.

Los que hoy reclaman control de precios y castigo a los que especulan con el stock de alcohol, son los mismos que vociferaban las bondades del Libre Mercado. Los mismos que besaban los pies de EEUU y de Europa, mientras defecaban su ignorante odio sobre Cuba; China o Rusia.

Mientras tanto, un perverso Mauricio Macri, se comunicó por única vez con el Presidente Alberto Fernández, para solicitarle que «no pare la Economía», nunca para ponerse a disposición del Gobierno y del Pueblo.

Imaginemos por un momento, cómo habríamos enfrentado al COVID-19, si no hubiese pasado la Peste Macrista por nuestras vidas: el País habría tenido una Deuda Externa e Interna, sostenibles; el Ministerio de Salud seguiría siendo Ministerio, con una estructura y presupuesto a la altura de las circunstancias (garantizando personal e insumos), o con el calendario de vacunas activo y sin interrupciones (que Macri eliminó de un plumazo, motivo por el cual, hoy se nos mueren Niños con Tuberculosis, por dar un ejemplo).

Tampoco tendríamos los millones de Argentinos y Argentinas que el Modelo Neoliberal dejó sin Trabajo; en la Pobreza o en la Indigencia. No tendríamos un PAMI desmantelado o una ANSES saqueada.

En definitiva, para los seguidores del Modelo Macrista, no habrá ni un antes, ni un después al COVID-19. Sencillamente, porque nunca cambiarán su visión de Patria y porque nunca adquirirán Conciencia de Clase, tan necesaria para saber: quién y qué se es; qué se merece como ser humano y a qué se puede aspirar en esta vida.

Sí debería haber un Después para Nosotrxs (para quienes abrazamos los valores del Campo Nacional y Popular) y es – como punto de partida – entender que el amor no vence al odio, que a lo sumo, lo puede superar en cantidad (importante y necesario, por cierto) y en calidad, siendo nuestra tarea en adelante, militar y luchar para que nunca más el Neoliberalismo tome el manejo del Estado y para que las nuevas generaciones se formen con una visión de Patria, Justa; Libre y Soberana, integrada al sueño Independentista de la Patria Grande.

En ese camino, además, será vital nuestra Construcción en el NOA y NEA Argentino, donde la Democracia no terminó de llegar con todos sus brazos, existiendo verdaderos sistemas Feudales, Conservadores y de Derecha, con el disfraz de Peronistas, con caretas cada día menos creíbles y más evidentes.

El futuro nos pertenece, por Derecho y por coherencia, pero la única forma de concretarlo, será desde nuestra capacidad para multiplicar Trincheras y, desde ellas, sostener la Batalla Cultural.

Javier Ernesto Guardia Bosñak
javierucr1970@gmail.com

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