El bajón de Messi pone en alerta a la selección argentina y activa a Sampaoli

 «No puedo mandar a todos al psicólogo.» Unos meses atrás,Jorge Sampaoli reflexionaba con un dejo de impotencia, tal vez también resignación. En medio de una ronda de café, su amigo le planteaba por qué no buscaba una solución diferente para lo que cualquier observador mínimamente entrenado podía advertir: más que el juego, el problema de la selección argentina eran los vaivenes emocionales en los que se mecían sus integrantes. Nada novedoso, y por eso también tan grave: el tiempo pasó sin que los intentos de solución se corrieran de las viejas técnicas del vestuario: motivar, arengar.

¿Y qué hacer cuándo en medio del Mundial el bajón afecta al capitán de un barco averiado por el primer contratiempo? «Hablar, hablar, hablar», responden en la noche del lunes desde el Bronnitsy Training Centre, con la esperanza de que en las palabras esté el revulsivo que necesita Lionel Messi. Así de delicado es el asunto: en la antesala de un partido repentinamente decisivo, el que debe guiar a los demás todavía se lame las heridas por ese empate inicial que lo marcó más de lo imaginable. Y entonces hay que actuar: buscar la manera de aliviarlo y también despabilar al equipo con un golpe de autoridad dado sobre la mesa. En este pequeño pueblo ruso se viven momentos intensos: el técnico decidió ejercer sobre el césped y las cabezas de los jugadores, aunque no lleve el título de psicólogo. ¿Demasiado tarde? Cómo saberlo…

fuente: La Nación

Deja un comentario

A %d blogueros les gusta esto: