El balotaje de Perú: mínima ventaja de Fujimori frente a Castillo en un recuento de infarto
Los datos oficiales reflejan una ventaja de menos de medio punto de la candidata de Fuerza Popular, en una reñida y polarizada definición por la Presidencia.
Con el 92,14 % de las actas contabilizadas, los datos oficiales del balotaje presidencial de Perú reflejan una mínima ventaja de Keiko Fujimori (50,01 %) frente a Pedro Castillo (49,98 %), en una ajustada segunda vuelta electoral entre dos candidatos con proyectos políticos antagónicos.
A medida que avanza el escrutinio, el candidato de Perú libre recorta distancias a la líder de Fuerza Popular, impulsado principalmente por el voto de las zonas rurales.
De acuerdo a la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE), hubo una participación ciudadana de 76,72 %, conformada por algo más de 17,6 millones de electores de un total de 22,9 millones de personas habilitadas.
Los peruanos debían definir este 6 de junio a su próximo jefe de Estado para el período 2021-2026, en un polarizado mano a mano entre el candidato de izquierda Castillo y la ultraderechista Fujimori, quien accedió a esta instancia electoral tras una reñida definición por el segundo lugar entre los más votados.
Impulsado por el voto de las regiones, el docente rural y gremialista de Perú Libre había sorprendido en las elecciones generales del 11 de abril al alcanzar el 19,099 % de los sufragios, mientras que la hija del encarcelado expresidente Alberto Fujimori cosechó un 13,36 % y accedió a la segunda vuelta, entre un total de 18 postulantes.
Las últimas encuestas previas a la jornada electoral anticipaban un empate técnico entre Fujimori y Castillo, con una leve ventaja de dos puntos a favor del docente de izquierda.
Asimismo, el primer sondeo de boca de urna, que dio a conocer la consultora Ipsos, indicaba también una virtual igualdad, aunque con una mínima diferencia que ubicaba a Fujimori (50,3%) por encima de Castillo (49,7 %).
Sin embargo, otro reporte de Ipsos en base al conteo rápido al 100 % reflejó un vuelco, que posicionó a Castillo por encima de su rival, con 50,2 % contra 49,8 % de la exlegisladora.
Luego de conocerse este dato preliminar no oficial, el gremialista de Perú Libre llamó a «defender cada voto». «Convoco al pueblo peruano de todos los rincones del país a asistir en paz a las calles para estar vigilantes en la defensa de la democracia», escribió desde su cuenta de Twitter.
De acuerdo al Jurado Nacional de Elecciones, más de un centenar de observadores de 15 misiones internacionales de la Unión Europea, la Organización de los Estados Americanos y la Unión Interamericana de Organismos Electorales velaron por la transparencia de las votaciones.
Perú, entre dos proyectos diferentes de país
Los dos candidatos que llegaron al balotaje por la Presidencia de Perú representan espectros políticos opuestos. La aspirante de la derecha arrastra el peso del legado del fujimorismo, mientras que Castillo ha sido demonizado con los fantasmas del «comunismo», al ser el abanderado de la izquierda.
Castillo, docente y protagonista de las huelgas que paralizaron la educación en 2017 en reclamo de mejoras salariales para los maestros, propone un «Estado socialista» e «interventor», para dar lugar a una «economía popular con mercados».
Tiene como objetivo nacionalizar empresas de sectores claves para la soberanía económica del país, como el minero, petrolero, hidroenergético, gasífero y de comunicaciones.
Por su parte, Keiko Fujimori, una defensora a ultranza del liberalismo económico, plantea en su ‘Plan de Rescate y Reconstrucción Nacional’ «rediseñar la normatividad y políticas públicas que permitan la promoción de la inversión privada, el fomento de la generación de puestos de trabajo dignos, el mejoramiento de la eficiencia del gasto público y el desarrollo formal de los emprendimientos» en el país.
Fujimori, que cuenta con el respaldo de la élite política de Perú y buena parte de los medios, enfrenta un proceso judicial en el que se le acusa de lavado de dinero, organización criminal, obstrucción de la justicia y falsa declaración, en una causa que investiga las múltiples irregularidades en el financiamiento de sus campañas en 2011 y 2016.
Una elección marcada por la pandemia y la desconfianza en la política
La nación sudamericana celebró los comicios en medio de una grave situación sanitaria. Azotada por la segunda ola del coronavirus, Perú ha registrado en los últimos días un notable aumento de casos y muertes por covid-19.
La semana pasada, el país subió al quinto lugar en el ‘ranking’ global de muertes notificadas, detrás de EE.UU., Brasil, la India y México. Supera los 186.000 fallecidos y acumula más de 1,9 millones de contagios desde el inicio de la pandemia.
Al colapso sanitario se suma la grave crisis política que arrastra Perú, cuya fragilidad democrática dio lugar, el pasado 10 de noviembre, a la expulsión del expresidente Martín Vizcarra, tras el segundo pedido de vacancia en el Congreso por «incapacidad moral», en medio de sospechas por un presunto caso de corrupción ligado a la obra pública.
Actualmente, la clase dirigente no genera confianza en la ciudadanía, lo que hizo que ninguno de los 18 candidatos lograra alcanzar el 40 % necesario para imponerse en la primera vuelta. Vale recordar que, en los últimos 5 años, la república tuvo cuatro mandatarios, todos con breves períodos de gestión
El candidato que se imponga en este balotaje reemplazará, el próximo 28 de julio, al hombre que encabeza el autodeniminado «Gobierno de transición y emergencia», encabezado por el excongresista del Partido Morado (centroderecha) Francisco Sagasti.
La asunción del próximo presidente coincidirá con los festejos del Bicentenario peruano.
Fuente: actualidad.rt.com