El misterio del divertido cartel de la low cost a China
En la siesta de hoy, alguien tapó el profundo bache de la esquina de San Lorenzo y Bernabé Aráoz con un mensaje que anunciaba un viaje barato a oriente a través del túnel ¿Quién habrá sido? La historia de la imagen que se viralizó en las redes.
Llueve en Barrio Sur y no son inversiones. La lluvia que baña los adoquines de la Bernabé Aráoz en esta siesta de martes es fina y persistente; una lluvia de esas que verdaderamente mojan. En la esquina donde la calle se cruza con la San Lorenzo hay un cráter hondo, tan profundo que alguien lo creyó capaz de llegar hasta oriente y así lo anunció con un divertido cartel que anunciaba “Low cost a China”, pero nadie por acá sabe nada del cartel ni del pasaje a China ¿Quién lo puso ahí? ¿Quién se lo llevó?
En el bar de la esquina, el mozo que acaba de llegar para cubrir el turno de la tarde no alcanzó a ver ningún cártel, tampoco sabe nada el encargado. Un parroquiano del lugar asegura que estuvo ahí desde las siete de la mañana y nunca hubo tal cartel, pero insiste indignado en que alguien debería tomar cartas en el asunto y tapar el buraco en el asfalto. Las interrogantes son muchas: ¿Qué hizo todo ese tiempo ese hombre en el bar? ¿Y el cartel? ¿Existió realmente? El pozo está, los automovilistas desprevenidos bien lo saben.
En la otra esquina, en una casa de empanadas, dos mujeres repulgan sin descanso. Al ser indagadas sobre el cártel se miran incrédulas: ¿Qué cártel? Tampoco lo saben, pero de la visita surge un dato significativo: empanadas a $180 la docena. Y tienen buena pinta. La única confirmación acerca de la existencia del cártel la da el encargado de una fotocopiadora: si estuvo, pero no sabe ni quién lo puso ahí ni quién se lo llevó. Mientras continúa el misterio en Barrio Sur, la foto se viraliza en las redes sociales.
Hernán, autor de la foto de la que habla medio Tucumán, da fe de que el cártel estuvo ahí sobre el pozo alrededor de las 15 cuando se lo encontró al salir de su trabajo y le pareció divertido retratarlo. Todavía no había empezado a llover. Más allá de las risas, Hernán llama la atención sobre el peligro que supone el agujero en el asfalto: “Es un bache bastante importante y esa es una esquina muy transitada. Yo paso por ahí todos los días y los autos que pasan se lo llevan puesto. Si lo agarra una moto se mata”. El cártel ya no está, pero la amenaza sigue latente. ¿Llegará hasta China?
fuente: el tucumano