Encañonaron a una comerciante, le dieron una golpiza salvaje y le robaron $ 90.000
La víctima, que tiene un puesto en la feria Persia, fue abordada cuando llegaba con su familia a su casa. Cree que los asaltantes la estuvieron siguiendo antes del atraco. Los ladrones tenían datos precisos.
A las 22.30 de viernes, Venancia Castillo, de 49 años, llegó junto a su familia a su domicilio de calle Uruguay al 700. Estacionó su auto frente a la casa. Primero bajaron sus hijos y sobrinos. Cuando los chicos entraron, la mujer descendió del vehículo y los siguió. Pero cuando llegó a la puerta de la propiedad, fue sorprendida por desconocidos que la empujaron para que ingresara. Los ladrones empuñaban armas de fuego. Algunos actuaron con el rostro descubierto. Habrían tenido colocados chalecos antibala, de acuerdo al testimonio de las víctimas.
Uno de ellos encañonó a Castillo y a culatazos en la cabeza le exigió que le diera el dinero. La mujer le entregó su cartera. Eso enfureció más al ladrón, que siguió golpeándola y la llevó por la fuerza hasta una habitación, donde la obligó a arrojarse al piso y le cubrió el rostro con una campera. En la casa también estaban los hijos de Castillo, de 9 y 11 años, dos sobrinos de 19 y 25 y una hermana, de 51. Durante el robo, todos fueron agredidos por los violentos ladrones y ubicados en distintos sectores de la vivienda.
“Uno de ellos me gritaba para que no lo mire, me insultaba y amenazaba con hacerle daño a mi familia”, contó la mujer al declarar en la comisaría 5ª, en la madrugada del sábado. De acuerdo a su relato, en ese momento uno de los ladrones recibió una llamada.
Según explicó la víctima, se comunicaba con una persona que aparentemente le daba datos precisos sobre el lugar donde la familia guardaba el dinero.
“Me preguntó dónde estaba mi habitación, cuando se lo dije se dirigió hasta allí, mientras yo permanecía tirada en el piso”, relató Carrizo en la sede policial.
También contó que se dedica a la venta de indumentaria y tiene un local en la galería Persia. Producto de su trabajo, había reunido $ 90.000 que escondía en su habitación, dentro de una caja de zapatillas, debajo de su cama.
De pronto, los ladrones abandonaron el domicilio. La comerciante escuchó un vehículo saliendo a toda velocidad. Luego supo que los asaltantes habían escapado en un Chevrolet rojo. Al recorrer su casa, Castillo advirtió que también la habían despojado de celulares y joyería.
Como consecuencia de la golpiza, la mujer sufrió cortes en la cabeza y tuvo que ser asistida. “Actuaron como profesionales y recibían información desde afuera”, aseguró.
Sospechas
La comerciante les explicó a los policías que sospechaba que el día anterior al atraco fue víctima de tareas de inteligencia por parte de la banda. Señaló que el jueves al mediodía, mientras conducía por calle Balcarce, advirtió que otro automovilista le impedía avanzar y que la observaba insistentemente por el espejo retrovisor. Agregó que media hora después volvió a cruzarse con esta persona en avenida Sarmiento y que lo perdió de vista en Monteagudo.
Investigación
La Policía informó que no tenían registros de bandas dedicadas a entraderas ni que hubiera grupos que hayan hecho tareas de inteligencia en los últimos meses.
“Últimamente no se estaban dando casos. Hemos desarticulado varias bandas de ese tipo. Venimos trabajando en ese sentido, por supuesto que lamentablemente quedan algunas activas”, señaló el comisario Raúl Salles, de la Regional Capital.
Fuente: La Gaceta