Messi llegó a Barcelona en silencio y sin dar pistas sobre su continuidad

Las gotas eran gordas. Caían de a muchas desde el cielo gris de Bronnitsy. El domingo triste de la Selección tras la eliminación ante Francia se conjugó con el clima. Ni un poco de sol para recargar un poco de energía después del golpazo en Kazán. Ya había quedado atrás el duelo de un vestuario a pura lágrima, pero sin reproches.

Lionel Messi fue el más golpeado. Visiblemente shockeado, el capitán argentino no abrió mucho la boca. No lo hizo ante la prensa y casi nada entre sus compañeros. No había mucho para decir. Tampoco en la mañana dominguera cargada de angustia todavía. El dolor va a seguir por un tiempo largo en el corazón de Leo y de todos los demás.

Con la misma actitud llegó en la tarde de este domingo a Barcelona. En el video que publicó el sitio catalán Sport, mantuvo la expresión seria y se dirigió directo al vehículo que lo esperaba en el aeropuerto.

Lo concreto es que esta vez no tomará ninguna determinación en caliente el 10, como sí hizo en 2016 tras la tercera final perdida de manera consecutiva, ante Chile por la Copa América Centenario. Desde el círculo íntimo de la Pulga informaron que esta vez se tomará su tiempo para reflexionar y ver de qué manera se van acomodando las cosas en una Selección que deberá comenzar a reconstruirse desde abajo. Eso sí: si finalmente toma una decisión de renunciar, esta vez será indeclinable.

FUENTE: Clarín

 

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