UN 2021 NACIONAL; POPULAR Y AMERICANISTA
“¿Qué justicia proclamáis, si continuáis esclavizando y excluyendo a la mujer de todo ideal?»
Lo dijo Juana Azurduy, nacida el 12 de julio de 1780, pero – 150 años después – cuando Eva Duarte de Perón (Evita, para su Pueblo), surgía inesperadamente en la escena Política y Social del País, aquella sentencia seguía vigente. Y cuando – dos siglos después – Cristina Fernández de Kirchner (Cristina, para su Pueblo), surgía para enfrentar al Poder Hegemónico y Empoderar a la Ciudadanía, volvió a quedar en evidencia, la vigencia del reclamo de Juana Azurduy.
Cristina tiene el privilegio de ser el Cuadro Político más votado en la historia de la República Argentina. Sumando sus Candidaturas Provinciales y Nacionales, para cargos Legislativos o Ejecutivos, no existe otro ser humano en 204 años de Historia, por quien millones de Argentinas y Argentinos hayan puesto su voto por él o ella, en una urna, como lo hicieron (y seguirán haciéndolo) por Cristina.
Proporcionales a semejante dimensión como Política y Estadista; y como Mujer Inteligente; Independiente y Hermosa, fueron los ataques; persecuciones; difamaciones y estigmatización, dirigidas hacia ella y hacia su Familia, por el Poder Real; por los Grupos Hegemónicos e incluso (y, quizás, lo más lamentable), por la Corporación Política tradicional, retrógrada y machista, tanto en los Poderes del Estado, como en la representación Sindical y Empresarial.
A pesar de ello y, como lo expresara con tanta simpleza y claridad, Leopoldo Moreau, Cristina logró construir no solo un nuevo Espacio Político, sino a un nuevo Sujeto Político, que amalgama a lo mejor del Peronismo, con lo mejor del Radicalismo y lo mejor del Socialismo.
Pero no era suficiente y, para vencer al Neoliberalismo cipayo del Macrismo y la vieja Oligarquía (los Neoconservadores), en Alianza con el Poder Financiero Internacional (con el FMI y los Buitres nuevamente en nuestra Casa) y el Imperialismo Estadounidense (con un Trump a la cabeza, como una bofetada de la vida, para todos aquellos que pensaron que después de Bush (h), nada peor podía surgir), por lo que Cristina hizo lo que nadie esperaba, cediendo el primer lugar de la fórmula Presidencial a Alberto Fernández, colocándose ella, como candidata a Vicepresidenta.
Ganamos… Y de Macri, pasamos a Alberto; y de Michetti, a Cristina. De la noche, al día.
Ganamos el Gobierno, no así el Poder, porque – por un lado – el enemigo es poderoso y fuerte; y – por el otro – para este frágil triunfo, Alberto y Cristina debieron conformar el mayor Frente Heterogéneo de nuestra Historia, lo que nos llevó a ser un Gobierno en disputa desde el mismo día posterior al triunfo en las urnas.
¿Y ahora, qué?
El Neoliberalismo; el Poder Real; el País Agroexportador (que nos condenó a ser un País Comprador, por carecer de Industria Nacional); el rico Puerto (que nació traficante y comerciante, para seguir siendo el mismo, dos siglos después); la mayoría de los Gobernadores; Intendentes y Legisladores; muchos Sindicalistas y el mundillo de los Banqueros, tienen sus parásitos metidos en distintos órganos de ese cuerpo llamado Frente de Todos y no desistirán en su objetivo de hacer del nuestro, un espacio lo más alejado posible de lo Nacional; de lo Popular y de lo Americanista.
Algunos Compañeros y Compañeras se enojan ante planteos de este tipo, entendiendo que las críticas debilitan al Gobierno de Alberto, pero no hay lugar para el enojo, cuando vemos al Poder Hegemónico infiltrarse en nuestro Gobierno, para destruir nuestra última posibilidad de construir un Frente Contrahegemónico, con un fuerte liderazgo político y una alta sustentación en las Bases Populares
Si para las elecciones Intermedias de 2021, el Kirchnerismo – a nivel nacional – no arma sus propias Listas de Candidatos en todos los Distritos del País y encara una Campaña con el Liderazgo de Cristina como estandarte, el establishment de la corporación político Partidaria (UCR – PJ y demás Partidos de menor volumen), nos llevarán definitivamente a un Bifrentismo mediocre y mentiroso, al estilo Chileno.
Ello no significará un ataque a nuestro Gobierno (ya que en 2021 solo se eligen Diputados y Senadores Nacionales, por lo que las boletas irán sin fórmula Presidencial), sino una válida expresión de independencia y Unidad, de las miles de Organizaciones Kirchneristas dispersas por todo el Territorio Nacional, que siempre terminan siendo rehenes de los acuerdos de Cúpulas Provinciales, votando a sellos que dicen llamarse Peronistas o Populares, cuando en el ejercicio, demuestran ser más Conservadores que el mismísimo PRO.
No hay tiempo para tibiezas ni especulaciones, porque – para la Derecha – somos Enemigos y está demostrado que,
cuando ellos gobiernan, son lapidarios; implacables e insaciables al momento de aplastar y saquear al Pueblo y a la Patria. Mas, cuando nosotros Gobernamos, nos exigen – hipócrita y especulativamente – que seamos moderados, entendiéndose por «moderado», anestesiar al Pueblo en sus justos reclamos y brindar impunidad a los que lo saquearon y aplastaron.
Es la encrucijada que en 2021 deberá enfrentar el Frente de Todos, pero deberá ser – contrariamente – la certeza del Kirchnerismo y de todo lo que sea Nacional; Popular y Americanista, de saber que un Frente Contrahegemónico, solo podrá plantear otra visión de Patria, desde una Mayoría de Bancas en el Congreso, jamás desde el llano y desde un voluntarismo inmaduro e improductivo.
No se le puede pedir más a Cristina. Llegó el momento de la Militancia, quien tiene ante sí, la oportunidad de dar un salto cualitativo y cuantitativo, y parir Dirigencia desde sus entrañas libertarias y rebeldes, para que el nuevo Sujeto Político vea la luz y para que la Patria comience a ser defendida desde adentro, hacia afuera, o – mejor dicho – desde abajo hacia arriba.
Hasta la Victoria, siempre!!!
Javier Ernesto Guardia Bosñak