«Llevamos toda la ilusión»: el chofer de San Jorge y la intimidad del viaje a la gloria

Gerardo Bucci tiene 56 años y llevó a Mar del Plata a los familiares, amigos e hinchas del Verde que este domingo buscarán el ascenso a la B Nacional. Serán 61 tucumanos en las tribunas del mundialista contra 35 mil marplatenses que agotaron las entradas. El deseo para el viaje de regreso.

Gerardo Bucci tiene 56 años y conoce las rutas argentinas de punta a punta. Sólo él sabe cuántas familias reunió, cuántos amores separó, cuántas ilusiones trasladó. Siempre al volante, ha manejado el destino de miles de personas desde que trabajaba en Andesmar hasta que hace cinco años llegó a San Andrés y no se fue más: “Entré como el chofer del club a través de Marcelo Sáez, quien me abrió las puertas y aquí estamos ahora, en Mar del Plata, a horas del partido más importante en los 11 años de historia del club”.
Acompañado por su fiel amigo y co-piloto Hugo Medina, Gerardo ha trasladado a los equipos de San Jorge que han competido en las canchas más lejanas y desconocidas del interior profundo de la Argentina. Es el mismo hombre que mañana estará junto a 61 personas rodeado de 35 mil hinchas de Alvarado que ya han agotado las entradas del estadio José María Minella, esa cancha que tantas noches de verano Gerardo vio por televisión, quizás en un clásico, mientras cenaba junto a los pasajeros en un parador perdido.
“Ayer a las dos de la tarde salimos desde la YPF. Llevo a los familiares de los jugadores, a las novias, las suegras, y a los hinchas. Paramos a cenar en Quilino, Córdoba, y esta mañana desayunamos a 100 kilómetros de la entrada en Mar del Plata. Llevamos las camisetas en la bodega con la que los muchachos saldrán a buscar a hacer historia mañana. Y llevamos la ilusión de mucha gente que siente al club de verdad: desde la familia Sáez hasta el utilero, desde los jugadores hasta los familiares, desde los hinchas hasta nosotros los choferes, todos somos parte de un club armado en base al sacrificio, todo a base de pulmón”, dice Gerardo en diálogo con eltucumano.com, luego de almorzar y a punto de aplicarle una señora siesta.
Los utileros, los masajistas, los empleados del club, los choferes, son las personas que no salen en el póster que cuelga en las paredes de tu equipo, pero sólo los jugadores saben lo importantes que son en la construcción de un grupo humano que literalmente empuja para un mismo lado. Son personas que conocen la intimidad de los que salen a jugar: el vestuario, el viaje, las horas muertas y la música que refleja el estado de ánimo antes y después de un partido.
“Con mi compañero Hugo vamos escuchando la música de nuestra época: enganchados, románticos, internacionales. Y cuando gana San Jorge, ahí nos piden los jugadores que cambiemos la música y explota el cuarteto: La Barra, Banda XXI, y también la cumbia como Damas Gratis. Cuevas y Zambrano son los más molestos, pero todos en general tienen muy buena onda y mucha confianza para el partido de mañana”, palpita Bucci, quien intentará pegar un ojo esta noche como si jugara mañana, cerquita de los jugadores, quienes ya entrenaron esta tarde en el predio de Aldosivi, en estas horas de ansiedad, de lógica tensión, pero de disfrute y de sentir el reconocimiento de hinchas de Atlético, de San Martín, de los Leones de la Banda, de All Boys, de Sportivo, del clásico en Santa Ana, de una provincia que los acompaña.
“Hemos sentido el cariño de la gente. Desde que salimos nos tocan bocinas, nos alientan, sabemos y saben que es un equipo tucumano humilde que va a buscar hacer historia y es lindo sentir ese cariño y esas fuerzas para que todo salga bien mañana”, suspira profundo uno de los conductores de este sueño que revela un pedido que resume en buena parte los orígenes y la unión que reina en un club que nació en un colectivo como El Expreso: “Si todo sale bien, los jugadores quieren cancelar el vuelo de regreso a Tucumán y volver en colectivo con sus familiares y amigos. Ojalá se dé todo como esperamos. Leí en una nota que algunos hinchas se animaban a esperarnos en la plaza Independencia si conseguimos el ascenso. Sería un sueño, ¿no?”

«Llevamos toda la ilusión»: el chofer de San Jorge y la intimidad del viaje a la gloria

#VAMOSEXPRESO

Gerardo Bucci tiene 56 años y llevó a Mar del Plata a los familiares, amigos e hinchas del Verde que este domingo buscarán el ascenso a la B Nacional. Serán 61 tucumanos en las tribunas del mundialista contra 35 mil marplatenses que agotaron las entradas. El deseo para el viaje de regreso.

San Jorge ya está en Mar del Plata. Las fotos son de la prensa del club y de Gerardo Bucci, el chofer del sueño.


Gerardo Bucci tiene 56 años y conoce las rutas argentinas de punta a punta. Sólo él sabe cuántas familias reunió, cuántos amores separó, cuántas ilusiones trasladó. Siempre al volante, ha manejado el destino de miles de personas desde que trabajaba en Andesmar hasta que hace cinco años llegó a San Andrés y no se fue más: “Entré como el chofer del club a través de Marcelo Sáez, quien me abrió las puertas y aquí estamos ahora, en Mar del Plata, a horas del partido más importante en los 11 años de historia del club”.
Acompañado por su fiel amigo y co-piloto Hugo Medina, Gerardo ha trasladado a los equipos de San Jorge que han competido en las canchas más lejanas y desconocidas del interior profundo de la Argentina. Es el mismo hombre que mañana estará junto a 61 personas rodeado de 35 mil hinchas de Alvarado que ya han agotado las entradas del estadio José María Minella, esa cancha que tantas noches de verano Gerardo vio por televisión, quizás en un clásico, mientras cenaba junto a los pasajeros en un parador perdido.
“Ayer a las dos de la tarde salimos desde la YPF. Llevo a los familiares de los jugadores, a las novias, las suegras, y a los hinchas. Paramos a cenar en Quilino, Córdoba, y esta mañana desayunamos a 100 kilómetros de la entrada en Mar del Plata. Llevamos las camisetas en la bodega con la que los muchachos saldrán a buscar a hacer historia mañana. Y llevamos la ilusión de mucha gente que siente al club de verdad: desde la familia Sáez hasta el utilero, desde los jugadores hasta los familiares, desde los hinchas hasta nosotros los choferes, todos somos parte de un club armado en base al sacrificio, todo a base de pulmón”, dice Gerardo en diálogo con eltucumano.com, luego de almorzar y a punto de aplicarle una señora siesta.
Los utileros, los masajistas, los empleados del club, los choferes, son las personas que no salen en el póster que cuelga en las paredes de tu equipo, pero sólo los jugadores saben lo importantes que son en la construcción de un grupo humano que literalmente empuja para un mismo lado. Son personas que conocen la intimidad de los que salen a jugar: el vestuario, el viaje, las horas muertas y la música que refleja el estado de ánimo antes y después de un partido.
“Con mi compañero Hugo vamos escuchando la música de nuestra época: enganchados, románticos, internacionales. Y cuando gana San Jorge, ahí nos piden los jugadores que cambiemos la música y explota el cuarteto: La Barra, Banda XXI, y también la cumbia como Damas Gratis. Cuevas y Zambrano son los más molestos, pero todos en general tienen muy buena onda y mucha confianza para el partido de mañana”, palpita Bucci, quien intentará pegar un ojo esta noche como si jugara mañana, cerquita de los jugadores, quienes ya entrenaron esta tarde en el predio de Aldosivi, en estas horas de ansiedad, de lógica tensión, pero de disfrute y de sentir el reconocimiento de hinchas de Atlético, de San Martín, de los Leones de la Banda, de All Boys, de Sportivo, del clásico en Santa Ana, de una provincia que los acompaña.
“Hemos sentido el cariño de la gente. Desde que salimos nos tocan bocinas, nos alientan, sabemos y saben que es un equipo tucumano humilde que va a buscar hacer historia y es lindo sentir ese cariño y esas fuerzas para que todo salga bien mañana”, suspira profundo uno de los conductores de este sueño que revela un pedido que resume en buena parte los orígenes y la unión que reina en un club que nació en un colectivo como El Expreso: “Si todo sale bien, los jugadores quieren cancelar el vuelo de regreso a Tucumán y volver en colectivo con sus familiares y amigos. Ojalá se dé todo como esperamos. Leí en una nota que algunos hinchas se animaban a esperarnos en la plaza Independencia si conseguimos el ascenso. Sería un sueño, ¿no?”
Gerardo Bucci sonríe al volante: mañana será un hincha más del Expreso Verde.
Hambre de gloria: la concentración es en el hotel Bristol. San Jorge esperará ahí el cotejo de este domingo a las 19.30.
Gerardo y su nietito alentando al Expreso Verde.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

A %d blogueros les gusta esto: